miércoles, 13 de agosto de 2008

Dolormido

Dolormido

"Lo siento, pero tengo una cita con Futuro y llego tarde..." -dijo Presente a Pasado en un tiempo confuso vacío de cobardes. Me duele el cuello de mirar las estrellas, y finjo ser alguien que quiere ser alguien aunque ella no vuelva... Iré a donde me lleve el viento aunque tenga que ayudar soplando, dibujé en tu cuerpo un velero de caricias con el que hoy zarpo rumbo a donde nunca he estado, para volver a donde nunca he ido. Soy dolormido. Dormí el dolor en pro de meses de sueño acumulado y un corazón malherido. Hoy no puedes tocar lo que siento, está muy lejos de los sentidos.

Después

Después

Después de tus ojos: un beso.
Después de tu boca: tu cuerpo.
Después de tus piernas: fuego.
Después de tenerte: calor.
Después del amor: dolor.
Después de la lluvia: sol.
Después de ti... Nada.

Corazón

Corazón

Comparto habitación con un corazón exhausto que no para de gritar, un día le va a dar un infarto. Le oigo por las noches susurrar palabras sin aliento, le oigo moverse, despertarse, taparse con las sabanas, cubrirse con su capa acorazada. A veces le siento con luz tenue intentando escribir algunos versos, pero son palabras sin vocales, son besos sin labios a los que enredarse. Le miro, le veo con los ojos de un niño y le pregunto por su infancia, si alguna vez jugó a reír con otros chicos en el parque, mi corazón mudo afirma cuando late. A veces harto de mí, coge las llaves de mi pecho y se escapa a dar una vuelta, busca encontrar algún semejante con el que sincronizar latidos y pasar las horas simplemente observándose. Esta noche aún no ha llegado. Quizás todavía esté contigo, cuídalo, tápalo bien en la madrugada porque a veces se siente solo y coge frío.

lunes, 11 de agosto de 2008

Insomnio

Insomnio
“Los poetas nunca duermen solos”,
le dijo al insomnio
un embustero sin verdades.
En la noche oscura mi campo semántico
es un oscuro cántico
amañando un par de frases.

Mi verso un dedo torpe
que manejan manos pobres,
usa mis rimas como avales,
nunca me pediste nada a cambio,
no hagas de la madrugada mi naufragio,
y deja mi mente libre de tus puñales.

Marinero de agua brava,
tiburón de aleta marcada,
el techo me inspira ser un ave,
escapar de tu caza de brujas,
el reloj cambia espadas por agujas
y me coses los bostezos con vocales.

Jaén, me has visto morir,
yo a ti te vi vestir
de un color rojo carmín parecido a mi sangre,
no sé cómo dormir,
¿dos almohadas o un cojín?
Te tomo el sueño al fin así como con espinas y alambre.

Mírame, soy perro fiel cobarde,
yo soy su esclavo y lo sabe,
hoy ya es mañana y llego tarde…
Pupilas desgastadas en palabras indomables.